Estas dos magníficas yurtas, cada una con un diámetro de 8 metros, se han instalado en Córcega para un proyecto de autonomía y permacultura.
¡En camino hacia la autosuficiencia!

La tendencia actual es orientarse hacia un funcionamiento ecológicamente responsable y, en la medida de lo posible, asumir las propias necesidades.
Esta idea motivó a una joven pareja a instalarse con sus hijos en plena campiña, en el interior de Córcega.

Dos yurtas de 8 m de diámetro, con una superficie habitable de 100 m², pertenecientes a nuestra gama Yurtas Lumières, están unidas e interconectadas por una esclusa, y constituyen la base y el punto de partida ideal para este proyecto agrícola en ciernes.

Aquí se encuentran todos los elementos necesarios para garantizar la comodidad de los huéspedes.
Salón con cocina americana y una gran encimera, cama con dosel, cuarto de baño con bañera y retrete seco, armario, camas individuales y una zona separada para los niños, con sala de juegos, etc.

El conjunto se alimenta con corriente de 220 V, procedente de una instalación fotovoltaica que cuenta con numerosos paneles para cubrir todas las necesidades, todo ello realizado por ellos mismos.

Es un proyecto audaz, sin duda, pero nada utópico, ya que es una realidad.
Las bases para el proyecto agrícola de permacultura están sentadas, ¡las zanjas están excavadas y rellenadas!
¡Tengo muchas ganas de volver!

El futuro prevé la instalación de otras yurtas para alojar a woofers y amigos.

No se trata de un proyecto aislado, ya que cada vez son más los agricultores y horticultores que recurren a las yurtas fabricadas en nuestros talleres, elegidas por su estabilidad y durabilidad, en consonancia con los requisitos éticos de un movimiento que aboga por el retorno a la naturaleza.